El atraco de las farmacéuticas a nuestro sistema sanitario.

Publicado el 7 dic. 2018

“Hola: me llamo Marta Sibina. Soy enfermera, diputada en el Congreso y grabo este vídeo porque necesito ayuda para destapar un escándalo del que nadie quiere hablar: El atraco de las farmacéuticas a nuestro sistema sanitario con la complicidad del PP y del PSOE. [Marta es diputada por En Comú Podem.”

La diputada Marta Sibina (En Comú Podem) asegura en la grabación que las farmacéuticas “están cobrando mucho más de lo que valen realmente los medicamentos

Varios estudios han demostrado que los costes de algunos fármacos son muy inferiores a su precio, aunque la opacidad de la industria hace difícil generalizar. Por ejemplo, el sofosbuvir (hepatitis C) se produce a 100 euros y se vende a 47.000

A pesar de que España paga más que varios países de su entorno por varios fármacos contra el cáncer, no sé sabe cuánto pagan los distintos gobiernos por sus medicamentos.

Teguayco Pinto

 Teresa Forcades i Vila.

La Dra. Teresa Forcades, monja benedictina es Médica especialista en Medicina Interna y Doctora en Salud Pública aparte de una gran defensora de la salud frente al poder de las farmacéuticas. Ha denunciado lo que llama medicalización de la sociedad, proceso que tiene por objetivo el uso de medicamentos no necesarios o dañinos para la salud ideados para el enriquecimiento de las industrias farmacéuticas  como sucedió cuando la supuesta pandemia de gripe A – la supuestamente nueva –  y la vacuna que a precios exagerados se vendió a los gobiernos haciendo creer que era necesaria. Incluso, en algunos países se consideró el caso de declararla obligatoria  con amenazas de multa o prisión.

Ha escrito un libro de título bien llamativo, Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas donde denuncia a estas corporaciones que constituyen uno de los negocios más importantes y millonarios junto al armamantístico, el narcotráfico, la trata de blancas y otros. Las farmacéuticas son las terceras corporaciones que más beneficios obtienen solamente por detrás de la armamentística y la petroquímica.

Millones de personas mueren por no poder pagar determinados medicamentos. Esto sucede en los países pobres con el SIDA. USA y Vaticano boicotearon el reparto de preservativos que el el mejor método para evitar contagios. Proponían la abstinencia celibataria. En países como Sudáfrica e India se fabricaron genéricos mucho más baratos para evitar la muerte de las personas infectadas. Las farmacéuticas recurrieron a los tribunales. Los jueces les dieron la razón, es decir, la propiedad privada de los medicamentos tiene más valor que las vidas humanas. Uno de los propietarios del copyright llegó a decir que la habían sintetizado para la población que podía pagar.

En EEUU, que no dispone de un sistema de seguridad social universal y gratuito y donde los medicamentos son considerados un producto que se puede vender libremente al precio que se quiera se practica el turismo medicamental hacia Canadá, donde sí que hay SS y los medicamentos tienen precios asequibles y no desorbitados como en el país del capitalismo salvaje tal y como denunció en su documental Michael Moore Sicko.

“Michael Moore vuelve a la carga con un documental que denuncia el sistema sanitario norteamericano; un sistema que, al no existir la sanidad universal, excluye a 50 millones de norteamericanos (que, o bien no tienen seguro de salud privado, o no pueden pagárselo) y que se basa en compañías privadas que buscan principalmente beneficios económicos y en aseguradoras que pagan bonos a los empleados que más rentabilidad les proporcionan al denegar prestaciones y reclamaciones a los asegurados.” (FILMAFFINITY)

La industria medicamentista es tan poderosa que estuvo relacionada con la I Guerra del Golfo en tiempos de Bush padre. Muchos veteranos de guerra, dejados a su suerte, enfermaron al estar en contacto con productos químicos y bioquímicos procedentes de sus laboratorios farmacéuticos.

Un amigo norteamericano me dijo que los medicamentos los compraba por Internet de la India, donde el copyright es de breve duración mientras que en su país no se los puede permitir.

En el Estado español el precio de los medicamentos que están incluidos en la SS son controlados por el Gobierno de manera que los precios sean bajos puesto que es el sector público es el que paga la mayor parte. En cuanto un determinado fármaco deja de estar en la SS su precio sube notablement. Un jarabe para la tos que antes de su privatización costaba más o menos un euro sube a 7, 8 ó 9… según imponga el sacrosanto mercado.

La salud, como la educación o los servicios sociales deben ser gratuitos puesto que forman parte de los derechos humanos que todos deberían disfrutar en el mundo entero.

Regí

Quant a rexval

M'agrada Wagner, l'òpera, la clàssica en general i els cantautors, sobretot Raimon i Llach. M'interessa la política, la història, la filosofia, la literatura, el cinema i l'educació. Crec que la cultura és un bé de primera necessitat que ha d'estar a l'abast de tothom.
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